Robo-G
Ota, Kobayashi y Nagai han construido un androide que deben presentar en una feria robótica. Pocos días antes de la exhibición, su creación se cae fatalmente por la ventana. Sin tiempo para construir un nuevo robot, solo se les ocurre una solución para no quedar como unos perdedores: contratar a alguien que pueda introducirse en la carcasa del robot. Su “mejor” candidato es Suzuki, un anciano entusiasmado ante la posibilidad de tener una actividad con la que matar el tiempo.